Luiz Washington Vita, la esperanza perenne del filosofar luso-brasileño
Jayme Vita Roso*
Su brevísimo paso, sólo 47 años, está insertado en el universo de los pocos que, hasta entonces, se interesaron en producir filosofía, siempre rechazando los que creían que, en Brasil, no había lugar para pensadores filósofos.
Fue un trabajador incansable, pues conseguía la proeza de tener cuatro empleos, pudiendo con las tareas con un vigor increíble, así que no era un mero ideólogo. Polémico y ardoroso multiplicador de ideas, nunca se detuvo para enfrentar aquellos que se disfrazaban y se escondían detrás de sus nombres, quizás seudo-intelectuales.
Comenzó a interesarse por filosofía, cuando sufrió un desastre absurdo para la época (1936): resbaló en los raíles de un tranvía y perdió un talón. Los largos e interminables días de la sufrida recuperación le llevaron a la introspección, lo que le conduciría a dar los primeros pasos del reflexionar.
Solamente quien le conoció, antes del desastre, puede evaluar la tenacidad de este descendiente de inmigrantes italianos, que nunca se perfiló ante tareas hercúleas, para rechazarlas, o dejó de devotar al Brasil todo el amor de un apasionado por la historia. Como en el In Memoriam, Miguel Reale – su maestro y amigo -, dijo: “La historia tenía para él un significado inmanente, título, a su vez, de uno de sus mejores ensayos, por ser la libre auto-realización y decisiones del espíritu, de tal modo que, si cada descubrimiento de la verdad transciende el espacio y el tiempo, es ubicua y anacrónica. De ahí su constante esfuerzo de buscar la razón histórica como superación del mero acontecer de los hechos, lo que le llevó a indagar acerca del sentido subyacente más profundo del pensar brasileño, sólo aparentemente reductible a una trama pasiva de influjos externos”2.
De su bibliografía fundamental, destacamos: “Da técnica como problema filosófico” (RT, SP, 1950); “A filosofia no Brasil” (Martins, SP, 1950); “Arte e existência - Notas de estética da arte” (Martins, SP, 1950); “Temas e Perfis” (Daedalus, SP, 1957); “Namoro con Têmis - Notas de ciência e filosofia do direito” (Mestre Jou, SP, 1958); “Introdução à Filosofia” (Melhoramentos, SP, 1954); “Escorço da Filosofia no Brasil” (Atlântida, RJ, 1964); “Alberto Sales, ideólogo da República” (Companhia Editora Nacional, USP, 1965); “Tendências do pensamento estético contemporâneo no Brasil”, (Civilização Brasileira, SP, 1967); “Antologia do pensamento social e político no Brasil” (Grijalbo, RJ, 1968) y la obra póstuma “A filosofia contemporânea em São Paulo” (Instituto Brasileiro de Filosofia, Grijalbo, SP, 1969).
Lejos, mucho más lejos, fueron sus innumerables trabajos publicados en la Revista del Instituto Brasileño de Filosofía, del cual fue secretario, así como memorables comentarios y críticas a la obra de Sílvio Romero, Farias Britto, Tobias Barreto, Xavier de Mattos, Galvão Bueno y tantos otros brasileños que osaron filosofar.
Antonio Paim, también compañero y luchador tanto como Luiz Washington, en su memorable “História das Idéias Filosóficas no Brasil”3 , por 15 veces lo recuerda (p. XII, 25, 24, 54, 59, 183, 217, 347, 380, 463, 527, 554, 578, 597 e 598).
Destacamos:
“El hecho de que se haya establecido en Portugal, a lo largo del siglo XVII y durante toda la primera mitad del siglo XVIII, el más completo aislamiento con relación al pensamiento moderno determinó que el punto de partida de la meditación que se encierra con el ecleticismo espiritualista tuviera que iniciarse por la crítica del saber de salvación. Esa denominación, siendo de extrema acuidade, se debe a Luiz Washington Vita (1921-1968), que, lamentablemente, no se detuvo en su caracterización exhaustiva, resultando imprescindible hacerla efectiva”4.
“Luiz Washington Vita se ocupó preferentemente del pensamiento brasileño y lo hizo explicitando algo de subyacente al culturalismo desde Tobias Barreto, es decir, la creencia en la capacidad de las ideas de influir sobre el medio y de aguzar el nivel de exigencia moral de la intelectualidad. Tenía, para él, gran relieve la idea de la conciencia histórica, a que se llegaría para comprensión (asimilación) del pasado, asimilación que no debería tornarse meramente subjetiva, sino activa, para incorporarse al presente a fin de “mejorar el futuro”5 .
Miguel Reale, a quien este escriba está vinculado culturalmente desde los años cuarenta y por quien devota el mayor cariño, a pesar de ser ocupado y preocupado, como recuerda Julián Marias, no titubeó en brindar a nuestros lectores respuestas a tres preguntas que le hicimos a respecto de aquel a quien llamó “compañero que nos faltas”. A propósito en sus “Memorias”, en el volumen I y en el volumen II, por siete veces, Reale lo recuerda con la benevolencia y amistad de costumbre6 .
Las preguntas y las respuestas:
I)¿ Profesor Reale, cómo conoció Luiz Washington Vita y le invitó para ser secretario del Instituto Brasileño de Filosofía?
Una de sus virtudes era la amistad, sabiendo establecer relaciones duraderas y desinteresadas; otra era el entusiasmo que dedicaba a todo lo que hacía. Así que nos fue fácil establecer una convivencia fecunda, máxime porque nos unía el mismo empeño de vivir la Filosofía como actividad creadora del espíritu, y no solamente como caudal de conocimientos.
Por más motivos, pasó a ejercer naturalmente una función activa en el Instituto Brasileño de Filosofía, que inauguré en 1949, al ejercer, por primera vez, las funciones de Rector de la Universidad de São Paulo, reuniendo pensadores de todos los Estados, por encima de ideologías y corrientes doctrinarias. Luiz Washington Vita ya colaboró en el 3º fascículo de la Revista Brasileña de Filosofía, en 1951. Despacio, fue proyectándose en el IBF, pasando a integrar el Consejo de Redacción de la RBF, a partir de 1957”.
II) ¿ Profesor Reale, cuál fue el desempeño de él como Secretario, a lo largo de los años, hasta su muerte?
“Luiz Washington Vita fue miembro de la Direccción del IBF y, gracias a su espíritu práctico, actuó en ella como Director-Secretario. Ejerció, sin embargo, el cargo de Secretario de la RBF hasta su muerte, en 1968.
Uno de sus mayores empeños fue establecer contacto con instituciones filosóficas de la Latinoamérica y con Portugal. Fue con la matriz lusitana que él mantuvo una relación de la mayor relevancia, pudiéndose decir que él fue el primer “filósofo de la lengua portuguesa”, realizando, de este modo, el ideal de Fernando Pessoa”.
III) ¿Profesor Reale, cómo ve la importancia de Luiz Washington como hombre de acción en el ambiente cultural de la época?
“Con relación a sus ideas, hago referencia al In Memoriam que escribí para el fascículo 72 de la RBF en octubre/diciembre de 1968”.
Además del antes mencionado texto, también de lo referido In Memoriam, recordamos:
“Cuando Luiz Washington Vita, en la mañana de 28 de octubre, me telefoneó para exponer sus planes de conmemoración del vigésimo aniversario del Instituto Brasileño de Filosofía, yo estaba lejos de imaginar que, pocas horas después, la cultura brasileña sería privada de uno de sus más lúcidos intérpretes.
Fue sobre todo en el plan de las actividades filosóficas que se desarrolló su poderosa energía, animada por una nueva y abierta comprensión de los problemas brasileños, que él siempre deseó cosechar en la totalidad orgánica de sus valores.
La muerte vino a sorprenderlo cuando se creía en la plenitud de su fuerza creadora, en una fase de reelaboración de las propias ideas, después de tantos años de amoroso estudio de las ideas ajenas. Le estimulaba una saludable confianza en la capacidad mental de nuestra gente, inclinándose cariñosamente sobre los escritos filosóficos aparecidos en Brasil, siempre seducido por la búsqueda de una nota reveladora del espíritu nacional”.
“83 Poemas/Años”
Los años son un pozo de memorias
hilachas de odio / lindas plenitudes
franjas de olvido ya convalecientes
hendijas de un amor como cualquiera
miedos justificados y benignos
son años con impactos en la nuca
con la envidia aportando mezquindades
pero también con la buenaventura
de los amigos fieles como siempre7 .
Yo, en conclusión osada:
Amigo rima com fidelidade
abarca o sempre
o temporal
o humano.
O humano
o temporal
o possível
abarcam os laços parentescos
o sempre8.
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1BENEDETTI, Mario. La vida ese paréntesis: poemas. Buenos Aires: Alfaguara, 1998. 154 p.
2REALE, Miguel. In Memoriam – Luiz Washington Vita: 1921-1968. Revista Brasileira de Filosofia, São Paulo, v. XVIII, fasc. 72, p. 387-389, oct./dic. 1968.
3PAIM, Antonio. História das idéias filosóficas no Brasil. 3ª ed. São Paulo: Editora Convívio, 1984. 615 p.
4Ibidem, p. 25.
5Ibidem, p. 597.
6REALE, Miguel. Memórias: destinos cruzados. São Paulo: Editora Saraiva, 1986. p. 224 e 228, v. Ídem. Memorias: a balança e a espada. São Paulo: Editora Saraiva, 1987. p. 151, 157, 159 e 161-162, v. II.
7BENEDETTI, Mario. Existir todavía. Buenos Aires: Grupo Editorial Planeta, set. 2003. p. 9.
8Amigo rima con fidelidad - abarca el simpre - lo temporal - lo humano - Lo humano - lo temporal - lo posible - abarcan los lazos parentescos - el siempre. (Traducción libre. del T.)
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* Abogado del Jayme Vita Roso Advogados e Consultores Jurídicos
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